viernes, 3 de enero de 2014

Contexto Histórico


Movimiento Moderno

Movimiento Moderno, en arquitectura, es el conjunto de tendencias surgidas en las primeras décadas del siglo XX, marcando una ruptura con la tradicional configuración de espacios, formas compositivas y estéticas. Sus ideas superaron el ámbito arquitectónico influyendo en el mundo del arte y del diseño.

El Movimiento Moderno aprovechó las posibilidades de los nuevos materiales industriales como el hormigón armado, el acero laminado y el vidrio plano en grandes dimensiones.
Se caracterizó por plantas y secciones ortogonales, generalmente asimétricas, ausencia de decoración en las fachadas y grandes ventanales horizontales conformados por perfiles de acero. Los espacios interiores son luminosos y diáfanos.

Al final del siglo XIX, la incorporación de nuevos materiales y el desarrollo de nuevas técnicas, revolucionaron los modos tradicionales de construir. El Movimiento Moderno en la historia de la arquitectura comprende un período situado entre las dos guerras mundiales, y su objetivo es la renovación del carácter, diseño y principios de la arquitectura, el urbanismo y el diseño. Los protagonistas fueron arquitectos que reflejaron en sus proyectos los nuevos criterios de funcionalidad y conceptos estéticos. El movimiento se identifica en el momento de su máxima expresión en los años veinte y treinta del siglo XX.

Un impulso decisivo para el movimiento estuvo a cargo del CIAM, promovido por Le Corbusier, y las conferencias internacionales, donde se desarrollaron muchas de las teorías y principios que luego se aplicaron en varias disciplinas. A estas pertenecen el movimiento De Stijl, la Bauhaus, el constructivismo y el racionalismo italiano. En 1936 se acuñó el término Estilo internacional en los EE.UU. y a menudo se llama así a todo el movimiento.
Aunque los orígenes de este movimiento pueden buscarse a finales del siglo XIX, con figuras como Peter Behrens. Sus mejores ejemplos se construyen a partir de la década de 1920, diseñados por arquitectos como Walter Gropius, Mies van der Rohe y Le Corbusier.

La llegada de Hitler al poder en 1933 y el cierre de la Bauhaus provocaron la salida del país de numerosos arquitectos y creadores que habrían de difundir los principios de este movimiento a otros países.

En Estados Unidos comenzó a generalizarse la denominación International Style tras la exposición de Arquitectura Moderna celebrada en 1932 en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, con motivo de la cual Henry-Russell Hitchcock y Philip Johnson escribieron el libro International Style: Architecture since 1922.

En la segunda mitad del siglo XX se fueron produciendo tantos nuevos desarrollos del movimiento moderno en sus múltiples posibilidades, como alternativas criticas.En las últimas décadas del siglo se produjo incluso un radical cuestionamiento del concepto mismo de la modernidad a través de los movimientos denominados descontructivismo y arquitectura posmoderna, que no son ni mucho menos las únicas posibilidades expresivas de un periodo, que llega hasta el siglo XXI, que se caracteriza por la abundancia y variedad de obras, estilos y creadores.

El Movimiento Moderno supuso una ruptura con la arquitectura anterior, creando un nuevo lenguaje arquitectónico, siendo la Bauhaus la impulsora de este movimiento. Propone indicaciones en cuanto al método a seguir, siendo una nueva forma de hacer arquitectura.

El Racionalismo arquitectónico surge tras la Primera Guerra Mundial como respuesta a la necesidad social y a los cambios políticos que acaecían en Europa. Promueve una estandarización de la vivienda con el objetivo de lograr un mayor bienestar social. También sus inicios se encuentran en la Bauhaus.

El Estilo Internacional está asociado a las formas arquitectónicas, con supuestos principios modernos y universales, pero desvinculado de contenido social. Surge en un mundo que se universalizaba, donde la arquitectura no poseía características de ningún lugar y, por tanto, era transferible a cualquier zona del mundo.



               El racionalismo del movimiento moderno

El racionalismo es la arquitectura de nuestro tiempo. La vivienda que utilizamos en las ciudades, los conceptos urbanísticos, y el mundo artificial que nos rodea cotidianamente es de concepción racionalista.

La arquitectura racionalista se caracteriza por la desornamentación decorativa, la sinceridad de los materiales (que alcanza su máxima expresión en el brutalismo de Auguste Perret), y los volúmenes de geometría perfecta, cubos y prismas cuadrangulares. El racionalismo rompe con el pasado en sus símbolos y su lenguaje. La forma es consecuencia de la función. El racionalismo triunfa sin paliativos porque ayuda a las nuevas tecnologías y se sirve de ellas, de la industria, y además ayuda a optimizar el precio del suelo en los países capitalistas. Sin embargo, el racionalismo no pretende limitarse a construir edificios, sino que es toda una nueva concepción de la ciudad como centro urbano, mercado y lugar de habitación. Propone dividir la ciudad en espacios funcionales, pero organizados racionalmente y no dejando a las fuerzas del mercado capitalista la organización de la ciudad. Esta concepción de la urbe, dividida funcionalmente, tiene gran peso en las ciudades actuales, aunque no se han podido librar del peso de la historia, ni del imperio del mercado del suelo.

El racionalismo nace con la influencia decisiva de la Bauhaus y el arte abstracto de Kandinsky, Malévich, Mondrian y Klee. Pretende liberar al arte de toda ideología, a través de la ciencia y las matemáticas, pero al mismo tiempo hacerlo accesible a todos en igualdad de condiciones, libre de las fuerzas del mercado, lo que le acerca al socialismo.


Por último, decir que según la información, nuestro edificio, el cual fue construido entre 1957 y 1958, es también un ejemplo del racionalismo de la época, del cual fue seguidor M.Álvarez.

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